Mirarte desde lejos,
no verte es la mejor manera de mirarte.
En el fondo de mí
todo se vuelve más claro,
en el fondo de ti
todo es libre y sencillo, enredado, dulce...
allí me he quedado.
Recordando puestas de sol,
trazos de sombras,
pinceladas de un ayer muy vivo.
Rojo, como la sangre.
Y me salta en las venas un asombro,
se zambulle en mí y explota.
Sé que nada es eterno.
Pero hoy sólo miro
y sólo miro hoy, quizá mañana.
Aún suena tu risa a mi izquierda.
A mi derecha una mano se desliza
y me roza el pelo, viento invisible.
Mirarte desde lejos,
tal vez quererte, también, desde lejos
para no acostumbrarme demasiado.
Mirarte desde lejos y soñar,
imaginarte siempre muy cerca.
Y a veces, también, amarte en un descuido.
Acariciarte de alguna manera diferente cada día
y mirarte en un suspiro, como un espejo de tú y yo,
y besarte en cada vértice del tiempo. Lento.
2 comentaris:
Lo bueno de la distancia es que siempre podrás reducirla, hasta lo infinitesimal, hasta fusionarse en el cero más absoluto, al contacto, la caricia.
Incluso la más lejana de las miradas por un instante te acerca al máximo, y lo dice todo, sin decirte nada.
bua! Només puc dir que... M'ENCANTA!
saps? t'he llegit força coses a RC però ara a través del blog et comento més xq he trobat els teus textos en castellà i, sincerament, m'agraden molt més, et queden molt més naturals
bé, no sé... potser siguin paranoies meves...
ixnuir/adrià
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