miércoles, 2 de julio de 2025

Infinito

 

Me chocaría contigo en cualquier esquina, 

derramaría mi copa sobre tu camisa, 

me sentaría a tu lado en el metro, en el autobús, 

cogería un tren a cualquier lugar en el que estuvieras tú.


Sería cualquier animal, un pájaro en tu ventana, 

viviría bajo el mar, arraigaría en una roca si hiciera falta.


Me dejaste 

cuando toda mi vida estaba en una habitación de siete metros cuadrados

y me ahogaba. 

Era invierno y hacía frío.


Todo lo que pensé que sería infinito cayó para ti en el olvido.


Y lloraba, 

ya no sentía nada, 

tan solo tu vacío.



lunes, 16 de junio de 2025

Mis días sin ti

 



Cazando motivos que me hagan creer que aún me encuentro con vida,
mordiendo mis uñas, 
ahogándome en llanto, 
extrañándote tanto ...


martes, 3 de junio de 2025

Las noches de aquellos días

 

A veces repaso en mi cabeza los días en los que quise morirme. 

Siempre es por la noche, de madrugada. 

Tú estabas tan lejos que los días pasaban a años luz y el universo en el que nos separamos había quedado tan atrás que ya no valía la pena volver la cabeza, buscar ese agujero de gusano. 

Aún así, yo repaso todos y cada uno de los pasos que me habían llevado a ser quién era, a estar donde estoy, todavía a veces llorando por cosas que a la luz del sol creía enterradas. 

Cuando intento recordar si de veras quería morirme o simplemente tenía mucho miedo de matarme, escojo siempre creer en la segunda opción. No quiero de repente saber que estuve muy cerca de desaparecer, se me haría inasumible. 

Mi recuerdo es estar en una encrucijada y saber que había un camino hacía la locura y yo estaba en él, pero quería cambiar de rumbo de cualquier forma. Saltar a otro espacio temporal. Salir de ahí, salir corriendo. 

Entonces, formalmente podríamos concluir que yo no quería terminar con mi vida. Tan solo deseaba terminar con ese sufrimiento profundo que me arañaba por dentro y me dejaba las entrañas en carne viva. 

Acabar con ese ahogo, poder dormir una noche entera, bailar sin emborracharme. 

Y de pronto, un día, quizás... enamorarme otra vez.


miércoles, 21 de mayo de 2025

Enterrarte

 

Eso no fue olvidarte sino enterrarte. Tan hondo que te me clavaste, como una espina de pez. Tan profundo que te me atragantaste, mucho después. Y yo era incapaz de respirar, sin saber a qué diablos se debía.

A veces, la ansiedad brota de la nada y es un sin sentido. A veces, le pongo tu nombre a la ansiedad para darle algún sentido. A veces, creo que mi vida no tiene ningún sentido sin poder pronunciar tu nombre. Otras veces, simplemente recuerdo que he vivido sin mirar atrás y entonces también me doy cuenta que he vivido sin mirar hacia dentro. Y cuánto ha dolido.

Me duermo pensando en el olor que tenía tu cuerpo cuando dormía contigo entre tus brazos, es lo único que entonces me calma. No se lo puedo explicar a nadie. Nadie sabe que a veces solo por ti he vivido y que una vez, solo por ti también, estuve a punto de matarme. Para enterrarte. Enterrarnos. Enterrarme. 

Tuve tanto miedo que me di la vuelta como un calcetín usado y decidí ser mi lado oscuro. No sentir, no querer, no pensar, no saber. Ser otra persona, no ser más yo, no ser más nunca nada parecido. Fue lo más parecido a revivir, a renacer, a reencarnarse, pero también a pactar con el diablo, a bajar al infierno, a vivir en el limbo. Fue la cosa más estúpida que se me ocurrió hacer para salvarme la vida. 


sábado, 17 de mayo de 2025

Tiemblo (como si hubieras muerto)

 

Estoy muy triste y te recuerdo como si hubieras muerto. Ya no quiero que estés aquí, más bien preferiría estar ahí, contigo. No siento nada más que ese vacío hondo que me pesa y me hunde y me aprieta. Me ahogo. Me aturullo. Es extenuante. Respiro tan poco aire, gasto tan poco oxígeno. Soy gris. Soy una tonelada de humo, de alquitrán, de desasosiego. Ya ni siquiera soy ansiedad. Ya ni siquiera soy ese llanto. Soy ese tedio. 

Tiemblo. Caigo. Peso. No soporto estas sábanas, esta penumbra, este silencio. No me soporto. No quiero ser ya más. Quiero gritar, pero ya no sé abrir mi boca. Tengo miedo de perder. Tengo miedo de perderte. Tengo miedo de perderme también a mí misma.

Tiemblo. 


miércoles, 7 de mayo de 2025

Tan solo mirarte

 

Con solo mirarte ya sabía que estaba enamorada. Y podría haberte amado toda mi vida. Nunca me hubiera cansado de mirarte y es a lo que aspiraba. Imaginaba mirarte desde la cocina, desde la cama, desde el comedor aún terminando el postre. Verte hacer cosas por la casa, contemplarte mientras estabas absorbido por tu trabajo, tan concentrado, tratando de entender algo en tu pantalla, arreglando algún cacharro electrónico en el garaje. Mirarte y sentir lo que sentía cada vez y que no he sentido nunca por nadie más. Mirarte y saber que estoy aquí, sonriente, feliz, viva. 

Tú y yo podríamos haber sido la implosión del universo, pero al final solo fuimos apenas un recuerdo que se apaga.


lunes, 14 de abril de 2025

En el peor invierno


No poder llevarte al mar y decirte: 

somos agua, 

de aquí venimos y aquí moriremos, 

como agua nos fundimos, como olas nos estrellamos. 

Eres mi mar salado, 

yo soy tu roca, tu espuma, tu estrella de mar.


Soy ese náufrago que se perdió esperando poder amarrarse en tu puerto toda la vida, pero llegó la gran tormenta en el peor invierno. Porque la tormenta siempre llega, aunque no quieras. 


Y yo no digo que no tenga que venir, pero ojalá no hubiera sido en este momento. Ojalá hubiera escogido una primavera, tal vez un verano, qué se yo. Otro lugar...

Un lugar en el que poder cogerte de la mano y decirte: 

crecerán de nuevo todas las cosas bellas porque el mundo es cíclico 

y volveremos a ser y a sentir y a reír y sé 

que aprenderemos de esto y sé 

que somos nosotros también parte de esta tormenta 

y podremos fluir con ella,

bajar el río con ella 

y llegar al mar 

y volver a encontrarnos en la orilla en la que te dije que sí, me gustas muchísimo