dissabte, 13 de setembre del 2008

Porque sí!


A veces te das cuenta de que llevas toda la tarde escuchando música del fondo del cajón romanticón y olvidado, lleno de polvo y telarañas de azúcar. A veces la distancia se alarga o se acorta de manera absurda, sólo porque un nombre en mayúscula te parece más lejano que otro. A veces pasa el tiempo sin medida, imaginando. Y a veces en un bar tomando una copa se te graba alguna frase en la cabeza... y vuelves a remover los cajones del recuerdo en busca de esa canción que puede sonar tanto como tú quieras, a lo que tú quieras y cómo tú quieras, y que te dibuja una sonrisa no sabes por qué.