Me han dicho que escriba. Que hable sobre... el amor creo, no sé. Sobre cincuenta años. Sobre la vida, el matrimonio, la convivencia... no sé, creo que en realidad no me han dicho nada. Sólo que escriba. “Tú escribes muy bien”. Pero yo sólo sé decir lo que dicen mis entrañas cuando estoy sola, lo que no he dicho cuando estaba contigo y, quizá a veces, la verdad de todo lo que siento. Nada más. Es por eso que aún no he escrito una novela. Es por eso que me planto sobre una hoja en blanco y se me hace interminable, más que muchas otras veces. Porque yo sólo guardo veintidós primaveras, ninguna aún contigo y muchas sola que no recuerdo... y se me hace una montaña el futuro. Más pensando en frío... Sé que no soy así. No ahora. No puedo pensar más allá porque no quiero, quizá porque me obligo a no hacerlo. ¡Y el amor es tan diferente para cada uno de nosotros y para cada tiempo! Yo sólo sé que te miro. Sólo te miro y, con eso, sé escribir. Con eso y con tus manos. Y con tu risa. Y con tus ojos expresivos. Nada más. Del amor yo no sé nada. Y cincuenta años son muchos años para sostener una misma mirada...
dissabte, 13 de setembre del 2008
Cincuenta
Me han dicho que escriba. Que hable sobre... el amor creo, no sé. Sobre cincuenta años. Sobre la vida, el matrimonio, la convivencia... no sé, creo que en realidad no me han dicho nada. Sólo que escriba. “Tú escribes muy bien”. Pero yo sólo sé decir lo que dicen mis entrañas cuando estoy sola, lo que no he dicho cuando estaba contigo y, quizá a veces, la verdad de todo lo que siento. Nada más. Es por eso que aún no he escrito una novela. Es por eso que me planto sobre una hoja en blanco y se me hace interminable, más que muchas otras veces. Porque yo sólo guardo veintidós primaveras, ninguna aún contigo y muchas sola que no recuerdo... y se me hace una montaña el futuro. Más pensando en frío... Sé que no soy así. No ahora. No puedo pensar más allá porque no quiero, quizá porque me obligo a no hacerlo. ¡Y el amor es tan diferente para cada uno de nosotros y para cada tiempo! Yo sólo sé que te miro. Sólo te miro y, con eso, sé escribir. Con eso y con tus manos. Y con tu risa. Y con tus ojos expresivos. Nada más. Del amor yo no sé nada. Y cincuenta años son muchos años para sostener una misma mirada...
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1 comentari:
Difícil cometido, escribir sobre algo que no se conoce. Cincuenta años son más de lo que podemos imaginar; el matrimonio, algo arcaico que vemos lejano; la convivencia con la persona amada, algo que deseamos desde la ignorancia.
Pero ánimo, seguro que tu mente convulsa es capaz de inventar algo.
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