lunes, 16 de junio de 2025

Mis días sin ti

 



Cazando motivos que me hagan creer que aún me encuentro con vida,
mordiendo mis uñas, 
ahogándome en llanto, 
extrañándote tanto ...


martes, 3 de junio de 2025

Las noches de aquellos días

 

A veces repaso en mi cabeza los días en los que quise morirme. 

Siempre es por la noche, de madrugada. 

Tú estabas tan lejos que los días pasaban a años luz y el universo en el que nos separamos había quedado tan atrás que ya no valía la pena volver la cabeza, buscar ese agujero de gusano. 

Aún así, yo repaso todos y cada uno de los pasos que me habían llevado a ser quién era, a estar donde estoy, todavía a veces llorando por cosas que a la luz del sol creía enterradas. 

Cuando intento recordar si de veras quería morirme o simplemente tenía mucho miedo de matarme, escojo siempre creer en la segunda opción. No quiero de repente saber que estuve muy cerca de desaparecer, se me haría inasumible. 

Mi recuerdo es estar en una encrucijada y saber que había un camino hacía la locura y yo estaba en él, pero quería cambiar de rumbo de cualquier forma. Saltar a otro espacio temporal. Salir de ahí, salir corriendo. 

Entonces, formalmente podríamos concluir que yo no quería terminar con mi vida. Tan solo deseaba terminar con ese sufrimiento profundo que me arañaba por dentro y me dejaba las entrañas en carne viva. 

Acabar con ese ahogo, poder dormir una noche entera, bailar sin emborracharme. 

Y de pronto, un día, quizás... enamorarme otra vez.


miércoles, 21 de mayo de 2025

Enterrarte

 

Eso no fue olvidarte sino enterrarte. Tan hondo que te me clavaste, como una espina de pez. Tan profundo que te me atragantaste, mucho después. Y yo era incapaz de respirar, sin saber a qué diablos se debía.

A veces, la ansiedad brota de la nada y es un sin sentido. A veces, le pongo tu nombre a la ansiedad para darle algún sentido. A veces, creo que mi vida no tiene ningún sentido sin poder pronunciar tu nombre. Otras veces, simplemente recuerdo que he vivido sin mirar atrás y entonces también me doy cuenta que he vivido sin mirar hacia dentro. Y cuánto ha dolido.

Me duermo pensando en el olor que tenía tu cuerpo cuando dormía contigo entre tus brazos, es lo único que entonces me calma. No se lo puedo explicar a nadie. Nadie sabe que a veces solo por ti he vivido y que una vez, solo por ti también, estuve a punto de matarme. Para enterrarte. Enterrarnos. Enterrarme. 

Tuve tanto miedo que me di la vuelta como un calcetín usado y decidí ser mi lado oscuro. No sentir, no querer, no pensar, no saber. Ser otra persona, no ser más yo, no ser más nunca nada parecido. Fue lo más parecido a revivir, a renacer, a reencarnarse, pero también a pactar con el diablo, a bajar al infierno, a vivir en el limbo. Fue la cosa más estúpida que se me ocurrió hacer para salvarme la vida. 


sábado, 17 de mayo de 2025

Tiemblo (como si hubieras muerto)

 

Estoy muy triste y te recuerdo como si hubieras muerto. Ya no quiero que estés aquí, más bien preferiría estar ahí, contigo. No siento nada más que ese vacío hondo que me pesa y me hunde y me aprieta. Me ahogo. Me aturullo. Es extenuante. Respiro tan poco aire, gasto tan poco oxígeno. Soy gris. Soy una tonelada de humo, de alquitrán, de desasosiego. Ya ni siquiera soy ansiedad. Ya ni siquiera soy ese llanto. Soy ese tedio. 

Tiemblo. Caigo. Peso. No soporto estas sábanas, esta penumbra, este silencio. No me soporto. No quiero ser ya más. Quiero gritar, pero ya no sé abrir mi boca. Tengo miedo de perder. Tengo miedo de perderte. Tengo miedo de perderme también a mí misma.

Tiemblo. 


miércoles, 7 de mayo de 2025

Tan solo mirarte

 

Con solo mirarte ya sabía que estaba enamorada. Y podría haberte amado toda mi vida. Nunca me hubiera cansado de mirarte y es a lo que aspiraba. Imaginaba mirarte desde la cocina, desde la cama, desde el comedor aún terminando el postre. Verte hacer cosas por la casa, contemplarte mientras estabas absorbido por tu trabajo, tan concentrado, tratando de entender algo en tu pantalla, arreglando algún cacharro electrónico en el garaje. Mirarte y sentir lo que sentía cada vez y que no he sentido nunca por nadie más. Mirarte y saber que estoy aquí, sonriente, feliz, viva. 

Tú y yo podríamos haber sido la implosión del universo, pero al final solo fuimos apenas un recuerdo que se apaga.


lunes, 14 de abril de 2025

En el peor invierno


No poder llevarte al mar y decirte: 

somos agua, 

de aquí venimos y aquí moriremos, 

como agua nos fundimos, como olas nos estrellamos. 

Eres mi mar salado, 

yo soy tu roca, tu espuma, tu estrella de mar.


Soy ese náufrago que se perdió esperando poder amarrarse en tu puerto toda la vida, pero llegó la gran tormenta en el peor invierno. Porque la tormenta siempre llega, aunque no quieras. 


Y yo no digo que no tenga que venir, pero ojalá no hubiera sido en este momento. Ojalá hubiera escogido una primavera, tal vez un verano, qué se yo. Otro lugar...

Un lugar en el que poder cogerte de la mano y decirte: 

crecerán de nuevo todas las cosas bellas porque el mundo es cíclico 

y volveremos a ser y a sentir y a reír y sé 

que aprenderemos de esto y sé 

que somos nosotros también parte de esta tormenta 

y podremos fluir con ella,

bajar el río con ella 

y llegar al mar 

y volver a encontrarnos en la orilla en la que te dije que sí, me gustas muchísimo




domingo, 9 de marzo de 2025

It'll not pass

 

Ni siquiera recuerdo bien la última vez que nos vimos. Siento tanto haberla desperdiciado, tirado por la borda, pisado sin querer... Tú eras, como siempre, el chico más guapo de todo el bar y yo era tan solo una chica que solo sabía intentar no parecer que se iba a morir de angustia o de pena. Pero tú llevabas encima esa sombra, apenas hablabas, ni siquiera entiendo muy bien qué hacías allí. Y yo ni siquiera sé de qué tenía que hablarte ni de qué te hablé. Sí sé que te sonreí muchísimo, que te intenté sacar una sonrisa. Yo diría que no vi ninguna. Yo diría que todo lo hice mal.

Ojalá hubiera podido quitarte las nubes de tu cabeza. Ya no digo conseguir que me miraras como cuatro años antes, que me vieras como tres años atrás, pero al menos no verte tan gris. Entre tú y yo no había un abismo ni un muro, como dicen, había una dimensión entera separándonos. Estábamos ya en otra galaxia. Yo ya no era tu estrella, ni siquiera tu satélite. Yo ya solo era un cometa extraviado, sin rumbo.

De aquella tarde solamente recuerdo la ropa que llevaba, tu mirada apagada y las decenas de botijos sobre nuestras cabezas que decoraban el techo de uno de mis bares favoritos. También recuerdo que no lloré, que era mi meta, pero que quizá fue ese el error porque quizá, solo quizá, sí debería haberte dicho la verdad: que estaba destrozada. Sin embargo, escogí ser otra persona y escogí aceptar que tú ya no querías oír nada de eso. Que en realidad ya lo sabías.

Supongo que simplemente no era el momento y quizá tampoco era el lugar. Quizá, y solo quizá, tendría simplemente que haberte explicado la verdad de todo, mi verdad (pero tenía miedo...). Y repetido aquello de que te iba a querer toda mi vida, por si acaso no te lo habías creído. Pero no te dije nada de eso y tú te levantaste y no, no querías ya otra cerveza, querías irte. Y te despediste y no volví a verte nunca más.

Nunca sabré por qué viniste ese último día a aquél bar. No tenías nada que decirme ni tampoco nada que escuchar de mi. Y en realidad yo no sabía ya cómo explicarte que "I fucking love you and it'll not pass".







lunes, 17 de febrero de 2025

Idiota (perderlo todo en un momento)


Cuando te fuiste, todo lo que me dejaste fue... sentirme como una idiota durante mucho, muchísimo tiempo.


Idiota por tener que recordar la última vez que te pedí tu amor,

idiota por colgar tus besos con un marco rojo por si ya no vuelvo a verlos más,

idiota por perderme por si acaso te marchabas ya

y tirar tu confianza desde mi cama hasta esa ventana.


¿No ves qué fácil ha sido para mí perderlo todo en un momento?

Por mi miedo a perder,

por mi miedo a no controlar tu vuelo...


No soy una niña, no soy ese duende,

no soy luchadora, no soy tu camino,

no soy buena amante ni soy buena esposa,

no soy una flor ni un trozo de pan,

sólo soy esa cara de idiota.

Idiota... esta cara de idiota.


¿No ves qué fácil fue para mí perderlo todo en un momento?



viernes, 14 de febrero de 2025

Sobre-vivir como un cadáver sin alma

 

Hay otra Laia a la que le falta un pedacito y va por ahí caminando como una zombie por la vida. Y va chocándose contra los muros, con las paredes, con los árboles, con otros átomos, contra las rocas, va fluyendo por otros arroyos y otros ríos, va a parar a otros mares, pero nunca se siente completa del todo. Siempre siente ese pequeño huequito en su pecho por el que pasa el viento y el frío y se oye un silbido molesto, enfermizo, y se pregunta si acaso nos vamos desgastando así, con el tiempo, hasta volvernos cadáveres sin alma y retornar a la tierra de la que venimos para volver a las raíces. 


Hay otra Laia que sigue vagando por ahí devorando el tiempo a bocados cada vez más gigantescos, deseando de veras que, como dicen, sea el tiempo quien le cure las heridas. Porque sigue desangrándose, siguen desgarrándose los músculos, la carne, los tendones... se le ven hasta los huesos. Quisiera agujerearse los sesos, sacarse de ahí ese pedazo en el que estás tú y toda esa vida contigo, echarlo al fuego, salir huyendo, aullar muy fuerte. Quisiera sacarse el corazón del pecho a veces, no oírlo ya más porque le recuerda al tuyo.


Hay otra Laia regurgitando un embrollo de recuerdos empachados que no sabe descifrar, musitando palabras incomprensibles por las calles que un día te vieron darme la mano, intoxicada de ira, pasando vergüenza porque no soy la persona que un día conociste y temo no poderlo ser ya nunca más sin ti. Pero cómo volver a serlo si no es contigo. 


martes, 4 de febrero de 2025

Sobre haber muerto ya varias veces y tener 7 vidas como un gato

 

Hay una Laia que murió en este universo y se fue contigo el día que te vio marchar lentamente por mi calle hasta desaparecer por esa esquina. 

O, seguramente, murió mucho antes: murió en ese momento en que dejé de reír (creo que quizá fuera en algún punto de 2011) y sigue por ahí bailando algunos pasos de salsa contigo, metiendo los pies en la espuma de la orilla, observando las olas, paseando de tu mano por la Diagonal, comiéndose un helado, dándote besos de puntillas.

Hay una Laia que recuerda las cosas que hicimos en cada cumpleaños que pasamos juntos, que tiene todas las fotos, que te ha escrito y editado ese libro que empezó, que ha viajado contigo a todas esas playas de esas islas lejanas, que te ha visto cumplir tus sueños y los ha celebrado contigo. 

Hay una Laia a la que no le duele nada. Ni el cuerpo ni el alma. 

Hay una Laia haciendo cosas que ni yo imagino. Sorprendiéndome a mí misma. Siendo otra. Siendo lo que yo quería ser entonces contigo. 

A esa Laia la abrazo y le deseo todo lo mejor, como te lo deseé a ti siempre. 


Quiero que seas feliz aunque no sea conmigo


miércoles, 15 de enero de 2025

Mentiras piadosas (o cuando los sapos bailen flamenco)

 

Aún está guardado el último mensaje que nos escribimos. Yo te pregunté si querías que nos siguiéramos hablando y tú respondiste que mejor no. 

"Todavía no. Pronto, pero todavía no."

Ya entonces presentí que eso no iba a pasar. Era la primera vez que sentía que me estabas mintiendo, ahí comprendí lo muy lejos que estábamos ya el uno del otro. Aún así quise creérmelo por ti, porque tú creyeras que me habías mentido bien. Que nos volveríamos a hablar pronto. Quizá incluso algún día fueras tú quien me hablaras. 

Nunca más volví a saber de ti.




Con un 'adiós', con un 'te quiero' 

y con mis labios en tus dedos 

para no pronunciar las palabras que dan tanto miedo

te vas y te pierdo.


Me alegra tanto escuchar tus promesas mientras te alejas ...

saber que piensas volver algún día

cuando los sapos bailen flamenco.

 

jueves, 9 de enero de 2025

Me olvidarás (u ojalá poder ser como tú)

 

Te dije "me olvidarás" entre sollozos y tú dijiste que era imposible, que siempre sería una parte importante y bonita de tu vida. Pero yo sabía que me olvidarías algún día y que ya no recordarías que me cantabas Ya no me acuerdo con tu guitarra en tu habitación. Que de repente como dice la canción: "vas echando de más lo que un día echaste de menos, y yo que culpa tengo si ya no me acuerdo...

Lo que me rompía en pedazos no sé si era el hecho de pensar que me olvidarías o de tener la certeza de saber que yo nunca podría hacerlo. 

Creo que te tenía muchísima envidia porque yo sí que me acuerdo...

de cómo tocaban mis dedos,

de lo que sentía,

de tus ojos,

del día que dejamos de vernos,

de tu risa,

de tu prisa por darme un beso,

de tu camisa (la de cuadros marrones o la negra),

de la rumba en las carpas de verano...

Sí que me acuerdo.


domingo, 5 de enero de 2025

Mascletá (o mi corazón en ruinas)

 

Tú hablabas de ella y yo hablaba de nosotros dos.


Ya está, esa frase podría bien ser todo este texto. Todo el mundo entendería perfectamente a qué me refiero. Resume perfectamente la conversación que tuvimos en mi sofá.

Viniste a hablar conmigo y me enteré de que te estabas enamorando de otra persona. Aunque solo me dijiste "creo que me gusta otra chica". Pero no dejabas de hablar de ella. Y yo solo quería saber qué había pasado entre nosotros dos. No quería saber nada de ella, no quería conocerla ni saber cómo era. Pero sobre todo no quería saber cómo de diferente a mi era. 

Lo que sí quería saber era si aún me querías. Me dijiste que sí, claro que sí. Pero también me dijiste todas las cosas que no te gustaban tanto de mi y resonaron en mi cabeza cono una metralleta. Como si prepararan una mascletá. Como si una ristra de adjetivos colgaran del techo y amenazaran con pesar demasiado y traer las ruinas. De repente todo era cemento. Cementerio. Gris. Sin embargo, cuando hablabas de ella era como si fuera delicado vidrio que pudieras soplar a tu antojo y luego pintar de múltiples colores.

Seguimos caminando juntos durante varios días y yo te di la mano, sonriendo, confiando en ti como siempre. Como si siempre te hubiera conocido. 

Dos meses después me dejaste. Sin mirar atrás. En ruinas.