Aún está guardado el último mensaje que nos escribimos. Yo te pregunté si querías que nos siguiéramos hablando y tú respondiste que mejor no.
"Todavía no. Pronto, pero todavía no."
Ya entonces presentí que eso no iba a pasar. Era la primera vez que sentía que me estabas mintiendo, ahí comprendí lo muy lejos que estábamos ya el uno del otro. Aún así quise creérmelo por ti, porque tú creyeras que me habías mentido bien. Que nos volveríamos a hablar pronto. Quizá incluso algún día fueras tú quien me hablaras.
Nunca más volví a saber de ti.
Con un 'adiós', con un 'te quiero'
y con mis labios en tus dedos
para no pronunciar las palabras que dan tanto miedo
te vas y te pierdo.
Me alegra tanto escuchar tus promesas mientras te alejas ...
saber que piensas volver algún día
cuando los sapos bailen flamenco.
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