Cuando te fuiste, todo lo que me dejaste fue... sentirme como una idiota durante mucho, muchísimo tiempo.
Idiota por tener que recordar la última vez que te pedí tu amor,
idiota por colgar tus besos con un marco rojo por si ya no vuelvo a verlos más,
idiota por perderme por si acaso te marchabas ya
y tirar tu confianza desde mi cama hasta esa ventana.
¿No ves qué fácil ha sido para mí perderlo todo en un momento?
Por mi miedo a perder,
por mi miedo a no controlar tu vuelo...
No soy una niña, no soy ese duende,
no soy luchadora, no soy tu camino,
no soy buena amante ni soy buena esposa,
no soy una flor ni un trozo de pan,
sólo soy esa cara de idiota.
Idiota... esta cara de idiota.
¿No ves qué fácil fue para mí perderlo todo en un momento?
No hay comentarios:
Publicar un comentario