martes, 4 de febrero de 2025

Sobre haber muerto ya varias veces y tener 7 vidas como un gato

 

Hay una Laia que murió en este universo y se fue contigo el día que te vio marchar lentamente por mi calle hasta desaparecer por esa esquina. 

O, seguramente, murió mucho antes: murió en ese momento en que dejé de reír (creo que quizá fuera en algún punto de 2011) y sigue por ahí bailando algunos pasos de salsa contigo, metiendo los pies en la espuma de la orilla, observando las olas, paseando de tu mano por la Diagonal, comiéndose un helado, dándote besos de puntillas.

Hay una Laia que recuerda las cosas que hicimos en cada cumpleaños que pasamos juntos, que tiene todas las fotos, que te ha escrito y editado ese libro que empezó, que ha viajado contigo a todas esas playas de esas islas lejanas, que te ha visto cumplir tus sueños y los ha celebrado contigo. 

Hay una Laia a la que no le duele nada. Ni el cuerpo ni el alma. 

Hay una Laia haciendo cosas que ni yo imagino. Sorprendiéndome a mí misma. Siendo otra. Siendo lo que yo quería ser entonces contigo. 

A esa Laia la abrazo y le deseo todo lo mejor, como te lo deseé a ti siempre. 


Quiero que seas feliz aunque no sea conmigo