Te echo de menos más allá del hoy, más allá del lejos. Me doy cuenta del abismo, casi inapreciable, que se abre con el tiempo. Al principio todo es perfecto. Al principio… Pero todo se desvanece cuando la vida nos empieza a apremiar con sus prisas de metrópolis desgatada por el humo y gris. Sé que te sientes lejos de muchas cosas, a veces. No puedo yo remediarlo. No puedo no dejar que de vez en cuando corras y de vez en cuando vuelvas. No puedo retenerte. Como diría alguien que sé yo, tan sólo puedo amarte. Y sí, quizá lo hago sólo porque no me es obligado sino inherente a mí misma. Quizá yo también corro a veces, sólo que a contracorriente de la gran mayoría. Quizá sólo mis ojos ven otras cosas que van despacio y que se saborean, a veces, en tu piel. ¿Por qué de repente no me es suficiente? Porque miro por la ventana todo un verano y me hundo en el tedio, que creo que no eres tú, y añoro cosas que una vez sé que tuve y ahora se vuelven diminutas, ocasionales. Porque te veo como aquella amplia salida azul que promete la vida que no es, que se pierde en el horizonte con colores que nadie ha imaginado. Porque tus ojos siempre me dicen que sí y mi ilusión vuelve, como vuelven de vez en cuando las tormentas a nublar mi cabeza cansada de pensarte. Entonces lloro, en silencio, a escondidas, sin hablarte de mí ni de ti por el miedo a quebrar lo bonito de ésa existencia efímera pero constante. La lluvia siempre empaña los cristales, incluso en verano, y ensucia todo este paisaje.
dimecres, 26 d’agost del 2009
Incluso en verano
Te echo de menos más allá del hoy, más allá del lejos. Me doy cuenta del abismo, casi inapreciable, que se abre con el tiempo. Al principio todo es perfecto. Al principio… Pero todo se desvanece cuando la vida nos empieza a apremiar con sus prisas de metrópolis desgatada por el humo y gris. Sé que te sientes lejos de muchas cosas, a veces. No puedo yo remediarlo. No puedo no dejar que de vez en cuando corras y de vez en cuando vuelvas. No puedo retenerte. Como diría alguien que sé yo, tan sólo puedo amarte. Y sí, quizá lo hago sólo porque no me es obligado sino inherente a mí misma. Quizá yo también corro a veces, sólo que a contracorriente de la gran mayoría. Quizá sólo mis ojos ven otras cosas que van despacio y que se saborean, a veces, en tu piel. ¿Por qué de repente no me es suficiente? Porque miro por la ventana todo un verano y me hundo en el tedio, que creo que no eres tú, y añoro cosas que una vez sé que tuve y ahora se vuelven diminutas, ocasionales. Porque te veo como aquella amplia salida azul que promete la vida que no es, que se pierde en el horizonte con colores que nadie ha imaginado. Porque tus ojos siempre me dicen que sí y mi ilusión vuelve, como vuelven de vez en cuando las tormentas a nublar mi cabeza cansada de pensarte. Entonces lloro, en silencio, a escondidas, sin hablarte de mí ni de ti por el miedo a quebrar lo bonito de ésa existencia efímera pero constante. La lluvia siempre empaña los cristales, incluso en verano, y ensucia todo este paisaje.
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3 comentaris:
:) Genial
Que decir de tus textos que no se haya dicho ya?
Éste año he echado de menos los cafés de verano :(
gracias ^^
Dani, yo también echo muuuucho de menos nuestros cafés&gofres... jejeje Pronto volveremos a la carga, qué tiemblen todos los puestecillos, cafeterías, chocolaterías y bares varios! xD
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