Qué hacer
si sus labios se han quedado en tu memoria grabados
y en vez de un tatuaje, en los tuyos, ahora tienes sed de él.
Qué hacer ahora con esa imagen
que atormenta cada rincón de tu mente y de tu piel.
Qué hacer cuando quieres imaginar que puedes imaginarlo todo
aunque sólo sea por una vez,
cuando olvidas prohibirte volver a caer.
Y no sabes sentir lo que sientes que sientes muy dentro de ti.
Y no sabes pensar lo que piensas que quizás no está bien.
Y no sabes si sus ojos se clavan más que sus palabras,
o si tal vez tenías que haber dicho, o hecho, o no... o callado y ya está.
Y no sabes nada y no quieres más
pero tienes tentación de soñar.
Y caer... y gritar
con tus labios pensando en los suyos.
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1 comentari:
Soñar no es tentación, sino placer, gusto y obligación, y de todos las obligaciones, la mejor.
Trobava a faltar les teves paraules!!
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