dijous, 18 de juny del 2009

Cierra la ventana


Déjame que te cuente lo que me evoca tu boca cuando me besas profundo, cuando confundo el espacio y el tiempo. Que me gusta escalar tu cuerpo, remontar tu mirada. Reponerme del ayer y sembrar las cicatrices del mañana. Recordar tu ropa en el suelo. Déjame que rompa el silencio cerca de tu oído. Que no caiga en tu olvido. Que anhele tus labios perfectos, tu amplio sentido del perfecto, tu cerca mío. Déjame besar cada punto y seguido al ritmo de una canción de los noveinta. Apagar los amaneceres de un suspiro, encender la madrugada con sigilo y bajo las sábanas. Calmar tu temple, pausar tu grito, sentir el hecatombe que deja atrás tu presencia, tu esencia de amalgama. Dormir en tu cama. Abrazar todas las cosas que son y no son contigo, guardarte bajo el abrigo, sentir mi frío en tu lejos. Mi lejos en tu frío. Fruncir el entrecejo cuando te me pierdes, cuando eres herido. Rozar tus mejillas, tu frente, tu piel que no termina. Déjame asegurarme que esta noche será todas las noches que no he vivido y que he sentido contigo, en un segundo. En un punto del camino.
Y cierra la ventana... que no entre el frío.