Caer siempre he caído igual: de cabeza. Siempre he sido testaruda y soñadora, hasta desgarrarme las horas por minutos y, a jirones, montarme una nueva realidad en un puzzle perfecto y onírico. Pero llega un punto en que todo duele, desde las heridas hasta la palabra amor y los espacios vacíos que dejan las sombras de los pasillos, los días de calendario gris. También he sido impulsiva y sincera. Despertar de vez en cuando me hace renacer de repente de las cenizas de lo que fui, más fuerte, más ilusa, más todo. Y chillar de repente lo que no quiero, escribirlo en mi bloc de notas profundas y serenas, girar la esquina y tomar un cambio como una oportunidad. Intentar ser libre, creerlo casi siempre. Ilusa... Caer de nuevo, que es lo que toca cuando se es tan inocentemente fantasiosa y optimista. Escribir unas líneas. Ser feliz. Cabiar de rumbo, nunca de chaqueta. A veces enfadarme conmigo misma, siempre observar y aprender, pensar en ti y en todo, caer en la cuenta. Ironizar sobre el mundo que nos rodea. Aceptar, tolerar, sentir. Sentirlo todo y respirar profundo, oler los instantes que recordaré siempre. Mirar, curiosa, unos ojos que me miran diferente. Intentar vivir. Dejarme tocar, dejarme ser. Ser yo misma. Ser contigo.
1 comentari:
¡¡Me alegro de que vuelvas a ser!!
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