dimarts, 8 d’octubre del 2013

Frágil

El mar está muy, muy lejos. Tu fuerza me arranca del camino. Floto. Me engulle la corriente. Serpenteo. Respiro. Nado. Buceo. Vivir como un pez en tu agua es fácil. Casi me noto ya las escamas. Resplandecientes. Pero llega esa temporada, la de la sequía, y se me hace cuesta arriba. Casi no hay pendiente. Demasiados cantos rodados, demasiado sol, demasiada angustia. Sorteo lo difícil, sí, pero no puedo evitar a veces sentirme medio fuera de ese agua, aletear, boquear, intentar no ahogarme en el exterior. Calor seco. Qué lejos este mar, qué escasa esta agua. Qué cruel este río. Qué frágil esta piel ... y cuánto te echa de menos.