Yo no sé cómo fue ni cuánto tiempo. Yo no sé cuántos gritos. Yo no sé cuán oscuro, cuán salvaje, cuán extraño. No sé cuán huraño. Cuanta ira, cuanta maldad, cuanto dolor, cuantas mentiras. Palabras envenenadas y después un beso. "Te odio" y después un llanto. Yo no sé qué era yo, si era yo, si las sombras dejarán un día de ser tan alargadas.
Yo no sé si he sabido explicártelo, explicármelo. Yo no sé olvidar. Yo no sé cuántas lágrimas y cuánta agonía hizo falta para dejar atrás este vacío. Y nadie lo sabe por ti y por mí, no pueden siquiera imaginarlo. Yo no sé por qué te hice tanto daño. Cuando todo era culpa tuya no había lugar para sentirse mal. Ni sola. Pero te rompía lento y a pedazos. Nos destrozaba. Yo no sé, no sabía, no veía, no daba conmigo.
Sólo sé que yo no era yo, que no estoy llena de excusas. Que me gusta ser alegre y los caminos repletos de curvas. Que no recuerdo muchas de las peores cosas, que todo fue una pesadilla. Que creo que funciona mi terapia. Que hay días malos. Que hay aún prisa. Que tengo miedo. Que te echo de menos en la manera en que me dejo. Que siento ese infierno. Que no fue culpa mía. Que yo te quería... y puede que tú más todavía.