dimarts, 30 de juny del 2009

Cualquier día es fin de semana...


Cerebros perdidos buscan cabezas vacías,
letras callejeras buscan canciones normales,
versos con sentidos como se cruzan dos vías,
frases zalameras que parecen especiales.

Esta frase célebre busca una boca muda,
ciegos que se ponen buscan casa con ventana,
muñecos de pesebre, borrachos como cubas,
princesas que siempre se reconvierten en rana.

Qué mal repartido está el mundo desde el primer mes de enero
porque este juego dura un segundo y gana el que marca primero.
No queremos cambiar de rumbo con los pies en el subsuelo
y si la cosa se tuerce, pues nos cogemos y nos vamos pal pueblo.

Y si nos quedamos con las ganas
pónme el sello en la mano que vuelvo mañana,
vuelvo mañana temprano.
Que cualquier día es fin de semana
igual que en las vacaciones de verano,
yo con pantalón de pana con este solano.

Mentes cautas para mentecanos supinos
que siguen la pauta como buenos vecinos,
palabras que se traban bajo efecto del vino,
frases mal juradas que marcan tu destino.

Mi vecino farlopero tiene un padre madero,
no se quiere dar cuenta que siempre le falta el dinero,
que casi siempre le toma el pelo.

Qué mal repartido está el mundo desde el primer mes de enero
porque este juego dura un segundo y gana el que marca primero.
No queremos cambiar de rumbo con los pies en el subsuelo
y si la cosa se tuerce, pues nos cogemos y nos vamos pal pueblo.

Y si nos quedamos con las ganas
pónme el sello en la mano que vuelvo mañana,
vuelvo mañana temprano.
Que cualquier día es fin de semana
igual que en las vacaciones de verano,
yo con pantalón de pana con este solano.

Tiempo.
Tiempo, lo que nos falta es el tiempo.
Yo te lo cuento con argumento.
El tiempo es lo que nos falta,
lo que no sobra nunca siempre es el tiempo.

Tiempo, lo que nos falta es el tiempo.
Yo te lo cuento sin juramentos.
El tiempo es lo que nos falta,
lo que no sobra nunca siempre es el tiempo...
Siempre es el tiempo...

Vacaciones - eSTOPa


dijous, 18 de juny del 2009

Cierra la ventana


Déjame que te cuente lo que me evoca tu boca cuando me besas profundo, cuando confundo el espacio y el tiempo. Que me gusta escalar tu cuerpo, remontar tu mirada. Reponerme del ayer y sembrar las cicatrices del mañana. Recordar tu ropa en el suelo. Déjame que rompa el silencio cerca de tu oído. Que no caiga en tu olvido. Que anhele tus labios perfectos, tu amplio sentido del perfecto, tu cerca mío. Déjame besar cada punto y seguido al ritmo de una canción de los noveinta. Apagar los amaneceres de un suspiro, encender la madrugada con sigilo y bajo las sábanas. Calmar tu temple, pausar tu grito, sentir el hecatombe que deja atrás tu presencia, tu esencia de amalgama. Dormir en tu cama. Abrazar todas las cosas que son y no son contigo, guardarte bajo el abrigo, sentir mi frío en tu lejos. Mi lejos en tu frío. Fruncir el entrecejo cuando te me pierdes, cuando eres herido. Rozar tus mejillas, tu frente, tu piel que no termina. Déjame asegurarme que esta noche será todas las noches que no he vivido y que he sentido contigo, en un segundo. En un punto del camino.
Y cierra la ventana... que no entre el frío.

dijous, 4 de juny del 2009

Después de todo...


Uno no puede escapar de lo que es, por mucho que quiera. Por mucho que le empujen, que se espabile, que se deje llevar... Uno es lo que es, y no lo que quiere ser. Uno es lo que puede. Aunque a veces querer sea poder, poder no es querer siempre. Y si no se quiere, no se es.

Los artistas somos complicados por naturaleza. Desde el decir hasta el sentir. A veces nos da por imaginar, por soñar demasiado, a veces por revelarnos contra el mundo, por querer cambiarlo, a veces tan sólo somos, por ser algo. Por vivir, a veces se nos pasa el tiempo, y a veces se nos pasa todo... pero también muchas veces no se nos pasa nada, nos subimos al tren y lo convertimos en una montaña rusa. Todo depende del tiempo, o del viento. Todo depende de esa inspiración que nos motiva, de ese bienestar que nos invade a veces cuando la vida nos sonríe, cuando el día nos brinda una oportunidad. No creo que pueda llamarse al buen tiempo, simplemente nos llega y, cuando llega, no dudes que sabemos aprovecharlo.

El verano, sin duda, es la mejor época del año. Al menos para salir a buscar, para encontrar la luz, para escuchar las olas romper en la arena. En tu arena. Ojalá esta vez sepa verlo, sepa volver a inspirar poco a poco, sepa volver a desear las cosas como tantas veces te he deseado. Ojalá vuelva a acordarme de los sueños al despertar, después de todo...