divendres, 24 de juliol del 2009

Del silencio a la carícia


Del silencio a la carícia hay mil lágrimas reprimidas y un reproche: el de no saber haber sido. Pero no te lo digo así, y te empujo al volver a encallarnos en esas tonterías que uno hace cuando no se dice pero se piensa demasiado. Al darle vueltas a la cabeza para decidir obviar la mano no extendida. Me quedo sola entre mis brazos. Entre mis abrazos. Siempre tan cabezota... Tú y yo, que volvemos la esquina con la mirada perdida. Nunca tanto tiempo se había hecho tanto. Tanto llanto. Y cuando ocurre se me moja la mirada y te aparto la cara, te echo de menos tan cerca. Tan lejos. Tan nada. Tan silencio...

Pero la carícia vuelve siempre a su sitio. Nunca la había visto tan ordenada.

divendres, 10 de juliol del 2009

Demasiado perder


Yo sólo quería que sólo el último día fuera decadencia y sólo el último fuera olvidable. Yo sólo quería recoger nuestro tiempo y entregártelo en un verso limpio de reproches. Amarrar la sangre, antes de partir la esencia. Reprimir las palabras que te agujerean la piel por ser sonido y no silencio.
Ya temblé toda entera durante días para no derrumbar tu arena, para no echar por tierra lo vivido. Lo soñado. Quizá fue demasiado pedir, demasiado pretender, demasiada utopía... demasiado perder.

dijous, 9 de juliol del 2009

A veces bailo sola


Quiero dejar salir mi voz y que diga lo que tenga que decir,
quiero gritar que también yo sé curarme las heridas de vivir.

Y sigo cuidando de viejos recuerdos... no puedo esperar, nunca pasa nada.
Fantasmas que marcaron algunos momentos y ahora no sé si tienen alma.

Pero yo sé curarme las heridas, aprendí a andar en un suelo cubierto de canicas.
Y de pie seguiré sobre mi vida, aprendí a andar un camino de arenas movedizas.

A lo lejos sólo estoy yo, y que digan lo que tengan que decir.
Siempre lo fui y entiendo hoy que mis medios y mi fin es lo que soy.

Enciendo cerillas que alumbran mis pasos... ¿más luz para qué? siempre voy a ciegas.
Camino con cuidado entre nudos y lazos cansada de andar desatando.

Pero yo sé curarme las heridas, aprendí a andar en un suelo cubierto de canicas.
Y de pie seguiré sobre mi vida, aprendí a andar un camino de arenas movedizas.