Que me gaste yo la vida devorando
cada pensamiento tuyo, cada paso.
Que se borren tus lunares y aparezcan en reemplazo
dibujados en tu cuerpo cada beso, cada abrazo.
Y ahora que estas aquí
yo de nuevo soy feliz...
pude entender qué eras para mí.
Déjame quererte tanto que te seques con mi llanto,
que se nuble cada cielo y que llueva hasta hacer charcos.
Déjame besarte tanto hasta que quedes sin aliento
y abrazarte con tal fuerza que te parta hasta los huesos.
Y ahora que estas aquí
yo de nuevo soy feliz...
pude entender qué eras para mí.
Quiero excerderme, perserguirte, pretenderte,
quiero amarte noche y día,
quiero gastarme la vida.
Quiero amarrarte a mis sesenta de cintura,
llevarte como un tatuaje,
quiero perder la cordura...