Te dije “me gustas” cuando quería decir “me encantas”. Te dije “creo” pero yo ya lo sabía. Siempre miento un poquito para darle más emoción, siempre invento recovecos donde perderme en esta vida e incluso a veces me pierdo. Mi madre dice que soy un desastre, que no escucho la voz de su experiencia. A mí me gusta perder las horas contigo, aunque no estés aquí. Sorprender de vez en cuando, para bien o para mal. Levantarme del suelo.
Ayer resulta haber sido hace ya meses. Todo pasa tan deprisa... y muchas cosas quedan. Yo no sé si para siempre. Me duele ver como acorto el olvido y me enorgullece no anclarme en un pasado que se marchita. Siempre igual, siempre esas contradicciones. Pero lo bueno es dudar, lo arriesgado es no pensar nunca en todas las posibilidades, aunque sea por un segundo. ¿Cómo no voy a dudar si sólo hay una oportunidad por cada pregunta? Aunque a veces la duda se vuelva grande, y se aparque en un rincón y engulla preguntas que aún no has contestado.
De haber sido tú, no lo hubiera hecho tan bien. No me hubiera fascinado tanto. Ya amanece, pienso últimamente. Y me quedo mirando el rojo de tus labios. Siempre esas contradicciones... Porque a veces pienso que sí y a veces que no, porque cada día es algo diferente. Porque aún me quedan cosas por redescubrir, quién sabe cuándo ni dónde, ojalá contigo. Volver a esperar un nuevo día. Volver a masticar el tiempo lentamente. Ver, de repente, que ha pasado el tiempo.
Y si amanece por fin no será como solía. Habrá quien mire la luz y habrá quien mire las sombras, y yo estaré en medio. Siempre en medio de todo. Tomaré un poco de aquí y de allá, pues mientras haya quien critique y quien mire de reojo querrá decir que algo importa. Intentaré obviar la tormenta, dejarme acariciar por las manos de quien me quiera. De quien me quiere. Pero no dejaré de soñar con cosas imposibles. No dejaré de hacerlo mal a veces, de engañarme incluso a mí misma, de esperar y creer que hay esperanza. Y que con el tiempo todo pasa, aunque sólo pase el tiempo.
Porque también hay atisbos de cordura en mi locura.